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Localizado en el bonito Valle de Bielsa, encontramos este cañón que acompañados por densos bosques de pinos y abetos, en un enclave puramente de alta montaña, nos dejará boquiabiertos.

Su gran valor ambiental, de atmósfera aislada y envolvente, dibuja un escenario mágico para realizar este descenso de media dificultad.

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Su mineral granítico, bien esculpido y de formaciones suaves, nos adentra en grandes marmitas de aguas cristalinas, que se suceden en un trazado que nos sorprenderá con tres rápeles de una altitud próxima a los 20 m y saltos no obligados que nos harán disfrutar de lo lindo.

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Este es un descenso estético, deportivo y dinámico, una actividad sencilla que realizaremos con la seguridad que nos proporciona un guía profesional. Un descenso que hará de la actividad un día perfecto e inolvidable.